La historia de Antonia Rosales es la de tantas y tantos andaluces que tuvieron que dejar su tierra para buscar un futuro mejor. Ella emigró a los 12 años, con sus padres, a Argentina, y ha vuelto este mes de junio, después de 65 años, a Montejícar, su localidad natal, en donde ha sido recibida por la alcaldesa, Remedios Moraleda, que le ha hecho entrega del escudo y la bandera del municipio.
Antes de la llegada de Antonia Rosales a Montejícar, recibimos un mensaje de su yerno, Martín Alejo Correa, anunciando la visita. Compartimos ahora esta historia, que es la de tantos y tantas:
Mi nombre es Martín Correa. Soy nacido y vivo en la provincia de Mendoza, República Argentina; estoy casado con Sara Patricia González Rosales, comunicadora social y periodista en uno de los medios más importantes de estas latitudes, http://www.diariouno.com.ar.
El motivo del presente es comentarle que mi mujer es hija de la Sra. Antonia Rosales Guzmán, quien es nacida en esa maravillosa tierra, Montejícar, Granada, hija de Don Francisco Rosales y de Doña Antonia Guzmán, ambos nacidos en Montejícar. Ella, siendo niña, 12 años recién cumplidos, por cuestiones ajenas a su voluntad, tuvo que emigrar con todas su familia directa hacia Argentina, radicándose en Mendoza, provincia en la que vive actualmente.
Mi suegra, desde que la conozco, habla y cuenta de todas sus vivencias de niña por esas tierras y mantiene frescos los recuerdos de su infancia con sus primos y demás familia. Siempre tuvo la gran ilusión de regresar a su pueblo y caminar por la calle La Joya que es donde nació, estar en la fuente donde tropezó de niña, ir al monte donde está la Ermita Virgen de la Cabeza, pasear por el Puente Romano, su colegio, pasar por la iglesia y ver dos cuadros que donó su padre cuando tuvieron que emigrar, ver a sus primos y sobrinos a los que no conoce.
Su deseo se verá cumplido después de casi 65 años, ya que hoy día tiene 76, toda una vida, estará llegando a Montejícar junto a mi mujer el día 3 de junio del presente año y se quedará allí hasta el día 6 de junio, hospedándose en los apartamentos de Villa de Xícar. Lamentablemente yo ni mis hijos las podremos acompañar a su tierra, la que conozco dado que en el año 2001 pudimos visitar con mi mujer e hija.
Creí importante compartir con ustedes y comentarle algo que es tan trascendental para mi familia, en donde una hija de Montejícar, luego de 65 años, desee con tanta ilusión regresar a su tierra, quizás por última vez, para ver y rememorar parte de su historia en un pueblo que considero tan alegre y sanguíneo.
Muchas gracias por leer estas breves líneas, de las que mi Suegra está ajena y solo pretenden compartir con ustedes esta maravillosa experiencia.
Martín Alejo Correa
Mendoza, Argentina.
Emotiva historia y emotivo encuentro tanto con la madre como con la hija, intercambiando información y vivencias con la alcaldesa, Mari y yo mismo. Fue una tarde memorable…