Este domingo 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, y el Ayuntamiento de Montejícar lo ha vuelto a celebrar homenajeando a un colectivo de mujeres, en esta ocasión las emigrantes retornadas. Fue este viernes, en el salón del Cuco, lleno hasta la bandera, para rendir reconocimiento a 17 mujeres de Montejícar, que fueron emigrantes y retornaron, y ya están jubiladas. Son 17, pero representan a todas las mujeres que tuvieron que emigrar de forma temporal o permanente, o que se quedaron en el pueblo a cargo de su familia mientras su marido emigraba.
El acto, presidido por la alcaldesa de Montejícar, Remedios Moraleda -que recibió a su vez un reconocimiento espontáneo por parte de la Asociación de Mujeres Nuevas Fronteras, por llevar 22 años apoyando a la asociación-, contó con la presencia del delegado territorial de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, Higinio Almagro, con Encarnita Barrera, escritora de Montejícar que emigró en su momento y que ahora vive en Huelma, y del profesor e historiador Juan Rodríguez Titos, que hace poco publicó, tras un arduo proceso de investigación, un libro sobre la historia de Montejícar -que se puede encontrar en el Ayuntamiento- desde la perspectiva de género, dando visibilidad a las protagonistas de al menos el 50 por ciento de la historia, que, sin embargo, siempre han permanecido en la sombra.
Después de rendir homenaje en años anteriores a las lavanderas, las modistas, las panaderas, las flamencas, las aceituneras y las mujeres empresarias, este año, siguiendo con la línea del Día de Andalucía -en el que el protagonista del homenaje fue el desaparecido Rafael León Galindo, quien fuera presidente de la Asociación Granadina de Emigrantes Retornados-, el reconocimiento de Montejícar ha sido este año para las mujeres emigrantes. Recibieron placa y ramo de flores, emocionadas, 17 representantes de todas las que han sido y son: Librada Ayas Moreno, Encarnación Domingo Redondo, Encarnación Fernández Machado, Matilde Segovia Martínez, Estrella Valle Domingo, Francisca Bazán Molina, Rosario Burgos Ramos, Carmen Domingo Árbol, Rosario Domingo Árbol, Francisca Moreno Domingo, Espíritu Santo García Utrilla, María Cabeza Redondo Árbol, Sacramento Linde Domingo, Francisca Iglesias Domingo, Liberada Domingo Contreras, Virtudes Rubí Hinojosa y Josefina Linde Bazán.
Antes, se proyectó un repaso fotográfico por sus historias personales en los distintos destinos de emigración, principalmente a Alemania, tras lo cual, algunas de las protagonistas contaron de viva voz anécdotas de aquellos años.
Abrió el acto la alcaldesa, Remedios Moraleda, quien denunció que en tiempos difíciles como esta crisis que vivimos, son los más vulnerables, mujeres y niños, quienes más padecen sus consecuencias. «Y es un patrón que se repite a lo largo de la historia», dijo. Reconoció que en todos estos años de celebración del Día de la Mujer se había esforzado en visualizar y valorar el trabajo de las mujeres a lo largo de la historia. «Hemos tenido que trabajar dos y tres veces más que los hombres para que se nos reconociera», afirmó la alcaldesa.
Dio paso a continuación al profesor Juan Rodríguez Titos, vecino de la comarca (Laborcillas), autor de la mencionada publicación de Montejícar desde una perspectiva de género y del libro ‘Mujeres de los Montes Orientales, el largo camino de la igualdad’. El profesor realizó un recorrido por la historia de las mujeres desde el tercer milenio antes de Cristo, cuando se constata presencia humana en Montejícar: desde la sociedad prehistórica bastante igualitaria, hasta la propagación de actitudes de superioridad por parte del hombre y la instauración del patriarcado que se ha extendido a lo largo de los siglos siguientes; del papel reducido en la cultura íbera, a la esclavitud y el sometimiento de la época romana; de la invisibilidad en la etapa árabe, en zona de frontera en la que solo se habla de hombres guerreros, de esclavas en el ámbito doméstico y agrícola en los siglos XVI y XVII, y de ‘mozas’ en el Catastro del Marqués de la Ensenada, ya en el XVIII. Con el siglo XIX llegaron las revoluciones y las Declaraciones de Derechos Humanos, que no alcanzaron a los pueblos perdidos en comarcas como los Montes Orientales, con modos de vida asentados a lo largo de siglos. Por primera vez en la segunda mitad del siglo XIX se halla documentación alabando a una montejiqueña: Paulina Contreras, esposa del escritor y político Pedro Antonio de Alarcón. Ya en el siglo XX la mujer alcanzará la plena ciudadanía en la Segunda República, pero los derechos sociales, políticos y civiles sufrirán de nuevo un retroceso con el Franquismo, en el que la Sección Femenina habla de la mujer como «perfecto complemento al hombre».
Rodríguez Titos habló de la función doméstica de la mujer durante décadas hasta los años de la emigración, especialmente en los sesenta. Con la llegada de la democracia las mujeres empiezan a entrar en las listas electorales, y Victoria Hernández Sánchez se convierte en la primera concejala en el Ayuntamiento de Montejícar, en 1987.
En 1994 nace la Asociación de Mujeres Nuevas Fronteras, que, en palabras del profesor, ha tenido «un papel social, económico y cultural encomiable».
El siglo XXI trae una nueva mentalidad, María Milagros Barrera Vico se convierte en la primera alcaldesa en 1999, una experiencia que se consolida con la elección, en 2007, de Remedios Moraleda, actual regidora de Montejícar, de la que Rodríguez Titos destacó su «capacidad y ganas de trabajar, que han aportado mucho a la prosperidad y bienestar de todos».
Encarnita Barrera, escritora nacida en Montejícar que emigró en los ochenta y finalmente se estableció en la vecina localidad de Huelma, habló de su experiencia, que la llevó a escribir su primera novela ‘Las manecillas del reloj’, en la que hay muchos aspectos autobiográficos relacionados con esa emigración. Encarnita Barrera -hija, sobrina y prima de mujeres emigrantes- se sumó al homenaje, pero quiso reconocer especialmente a «las que se quedaron», a «las mujeres que se quedaban viudas sin serlo, que se encargaban de todo, entre otras cosas, de inculcar a los hijos el cariño hacia un padre que no estaba y al que muchas veces ni siquiera reconocían». Barrera destacó las posibilidades que están ofreciendo en estos últimos años las redes sociales de Internet para conectar con quienes emigraron y se quedaron, y con las generaciones siguientes, sus hijos y nietos.
Finalmente, Higinio Almagro, delegado de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, que se mostró sorprendido por la afluencia masiva a este acto, tanto de público femenino como masculino, reivindicó que los hombres deben «asumir la lucha por la igualdad como propia, porque una sociedad igualitaria es una sociedad mejor; y, si es mejor, lo es para los hombres y para las mujeres». «No hay verdadero progreso ni futuro sin igualdad», declaró. Almagro sumó a este homenaje a todos los ayuntamientos de la provincia: «Pocos actos de igualdad en la provincia reúnen a tanta gente. Montejícar es un referente claro en la lucha por la igualdad y en el reconocimiento al trabajo de tantas y tantas mujeres».
El acto concluyó con la actuación al piano del joven Elías Santiago, estudiante de música en el conservatorio con un gran carrera por delante.